domingo, mayo 31, 2009

Impass económico, encefalograma plano político.

Sigo teniendo abandonado el blog. Quizás es que tengo demasiado trabajo, pero creo que es más bien un tema de falta de inspiración. El panorama político sigue tan plano como siempre, con el PP y el PSOE jugando a policía malo y policía bueno sin que la gente parezca darse cuenta de que les están dando gato por liebre. Ayer veía a Zapatero en mangas de camisa allá por Ponferrada escoltado por algunos comilitones vestidos de minero y se me llevaban los demonios. Claro que lo que realmente permite mantener la ficción de que nuestros amigos son algo más que un firme pilar del sistema que nos asfixia es un PP que o bien son tan estúpidos como para creerse su mensaje de austeridad en un mundo que se agarra al gasto público para evitar la zozobra total de la economía, o bien simplemente quieren ganar distancia del PSOE para recoger a los que se vayan cayendo del guindo.

Demasiado como para prestarle un minuto de atención. Mención especial tiene la estupidez de la izquierda real que ha decidido que en lugar de aprovechar tierras tan fértiles y clima tan propicio para sembrar un poco de pensamiento crítico y recoger una buena cosecha de votos, han decidido que es el momento de intentar quedarse con la mayor parte de tierras. Esto va especialmente por los colegas de IA que en lugar de buscar aunar fuerzas con IU han decidido que son el enemigo a batir. Claro que en IU también andan postergando la cacareada refundación hasta quién sabe cuando.

Ante perspectivas políticas tan desalentadoras sigo volviendo mis ojos hacia la fascinante situación económica. Se ha hecho evidente que tanta propaganda oficial de crisis en los meses pasados era la vaselina necesaria para que aceptáramos el ingente trasvase de fondos públicos al sector privado. No se si hubiera hecho falta dado el grado de anestesia en que se mueve la opinión pública, aunque otra cosa puede ser cuando llegue la hora de pagar el festín a base de recortes sociales. Realizada la operación se lanzan todos a una a propagar que la economía ya no está tan mal, buscando brotes verdes aunque sea a base de pintura. En un alarde de equilibrio en el vacío se utilizan ahora los indicadores de confianza como confirmación de que lo peor de la crisis está pasando, absurdo, puesto que los indicadores de confianza solo reflejan la masiva campaña de optimismo enviada, pero los indicadores reales de actividad siguen por los suelos incluso con las ingentes cantidades en políticas de relanzamiento económico. Siguen pensando que todo es un tema de confianza y se agarran a ello como un creyente a un crucifijo mientras el alud se les viene encima.

En mi actividad internautica de los últimos tiempos abundan las consultas a los indicadores que anticipen el siguiente estallido dentro de la mega crisis. El capital financiero creado sustentado en deuda anda dando tumbos de mercado en mercado buscando donde encontrar los beneficios o al menos donde refugiarse de la quema. Que dicho refugio haya sido la deuda pública, especialmente la americana, ha venido muy bien para evitar que los tipos de interés se disparen en estos tiempos, pero me sigue pareciendo lógico pensar que esta burbuja también estallará y se llevará por delante al dólar y al propio sistema financiero mundial Combinado con la emisión de dinero fresco a mi todo me huele a fuertes aumentos de inflación en el futuro que viene. Veremos.

Para acabar pongo a mis posibles lectores un enlace con un documento que da entre otras cosas una versión diferente de los porqués de que las luchas por el control de emisiones hayan pasado a las agendas oficiales. En resumen se razona que las emisiones de CO2 están condenadas a caer por la falta de recursos petrolíferos, y que lo de utilizar razones medioambientales resulta conveniente para no admitir errores y darse una pátina ecologista que dista mucho de reflejar lo que los grupos en el poder buscan. Su autor Pedro Prieto, publicado en Rebelión.

Colapso económico y financiero: algo más que una crisis "NINJA".