sábado, julio 10, 2010

Las cosas importantes.


Una semana que nos trae asuntos importantes junto a otros que no lo son tanto.

Desde las instituciones europeas se nos hacía saber estos días que ya dan por descontado que las jubilaciones en España se retrasarán a los 67 años, pero que el objetivo es un poco más ambicioso. Definitivamente la gente de nuestra generación puede ya quitarse el peso de tener que hacer planes para el periodo que va desde los 65 a los 70 años.

Mientras tanto el gobierno ha decidido poner no ya la primera piedra, sino la segunda y la tercera también para entregar las cajas de ahorro a la banca privada. No es que haga falta tampoco, pero por si alguien pensara agitar a las masas al respecto, se han sacado un argumento directamente de los resultados de las encuestas del CIS que consideran a los políticos uno de los problemas más graves de España. No es que privaticen, es que eliminan el control de los políticos sobre las cajas. La clase política española demuestra un altruismo digno de elogio y se hacen el hara-kiri sonrientes y unánimes por nuestro bien. Ya me parece estar oyendo a Esperanza Aguirre declarar ufana como va a seguir limitando el control político de la educación, la sanidad y el transporte.

Pero me he desviado, quería hablar de las cosas importantes, y este es sin duda un fin de semana clave de movilización, protesta y exaltación.

Este sábado la izquierda catalana dirá por fin basta. Su paciencia ante la dirección que ha tomado la política nacional se ha acabado. Ha llegado la hora de movilizar a los trabajadores y salir masivamente a la calle a protestar ante el atropello que supone para la igualdad y la justicia social.... los recortes al Estatut. ¡Hasta aquí podíamos llegar! ¡Se va a enterar la derecha de que de ellos no se ríe nadie! Y no me cabe ninguna duda que se enterarán, dado que astutamente marcharán codo con codo con ellos. ¡Menudos estúpidos! ¡Menuda confusión y empanada mental! ¡Los muy lerdos no se han dado cuenta que con su actitud están ayudando al advenimiento del socialismo y la caída del capitalismo! Con unos líderes políticos como estos podemos respirar tranquilos.

Y hablando de cosas importantes, nada eclipsará al momento en que la nación española abrace su glorioso destino y emule a los tercios para imponerse en el mundial de futbol a nuestros rivales holandeses. Las calles se llenarán de banderas rojigualdas y la gente se abrazará enarbolando orgullosa su españolismo mientras nuestros monarcas felicitarán con orgullo de padres a aquellos de sus súbditos que han llevado al país a su cita con la historia. Es tanto el sentimiento que me embarga que tengo que reprimir unas enaltecidas lágrimas.

Menos mal que pese a los intentos por distraernos con asuntos menores finalmente prospera el sentido común, se impone la razón, se hace paso lo importante y los unos y los otros podemos acurrucarnos en los brazos de nuestra madre patria, ora oprimida, ora triunfal, pero siempre (valga la redundancia) eterna.

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